Alfonsina Storni
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  • "...You go away Alfonsina with your solitude
    What new poems you went looking for?..."
    literal tr. by Valentín Anders
    "...Te vas Alfonsina con tu soledad
    ¿qué poemas nuevos fuiste a buscar?..."
    de Ariel Ramirez y Felix Luna

    	Alfonsina fue una mujer inquieta, seguramente diferente para la sociedad de aquellos tiempos.
    	Ella tuvo que ganar batallas al mundo para reafirmar que era mujer... y mujer digna; para lograr 
    	una posición; para protegerse sola y sin el cuidado de un hombre frente a un "mundo de 
    	hombres"; para tener un espacio y acceder a un lugar.
    	Inauguró un nuevo modelo para la mujer de entonces: ganaba su propio dinero, llevaba una atípica 
    	vida familiar, no tenía esposo pero sí un hijo.
    	Fue ella quien discutió por los derechos femeninos, se hizo eco de sus calladas voces, le ofreció 
    	la posibilidad de pensar y actuar según su entera voluntad y decisión. Defendió a la mujer con uñas
    	y dientes, salió a su auxilio y amparo, le enseñó que era convertirse en sujetos pensantes y que se
    	debía luchar por la verdad. Para ello alzó su voz, primero como queja, casi un balbuceo, 
    	aumentándola hasta ser un alarido, porque era necesario dar a conocer la palabra justicia a esa 
    	sociedad que muchas veces olvidaba y castigaba.
    	Alfonsina con la hondura verde de sus ojos dirigía su mirada hacia el futuro donde aguardaban los 
    	ideales; contagiaba con su temple la dignidad, esa dignidad que va dejando estela de luminosidades.
    	Pero un día Alfonsina, vos soltaste las amarras de tus sueños en un mar de octubre, te disipaste 
    	como estela entre la bruma y era tu guía una estrella, la más hermosa.
    	Dejaste en la arena tu tristeza y con los brazos libres al viento, te hundiste en la agitada ruta 
    	de los sueños.
    	Te vestiste de mar y entre los arrullos de caracoles y algas decidiste dormir. Te acunaban las 
    	olas con su repetido y perenne canto, te acariciaba la cálida arena y la bruma te miraba 
    	incansablemente.
    	Así, querida Alfonsina comenzaste a escribir el principio de una nueva poesía llamada Inmortalidad.      CCS.